El vitiligo es una afección de la piel que puede provocar que diversas zonas se decoloren generando manchas, se dice que se debe a que las células pigmentarias (melanocitos) dejan de funcionar o mueren, causando la pérdida de color en la piel. Esta condición puede presentarse prácticamente en todo el cuerpo, incluyendo el cabello, los ojos o las membranas mucosas, siendo más evidente en las pieles oscuras.
Hasta la fecha se desconoce qué produce el vitiligo, por lo que es considerada una enfermedad autoinmune que puede ser controlada con diversos tratamientos, ya que no es curable pero tampoco es contagiosa, por lo cual la persona que la padece puede realizar sus actividades sin riesgo.
Los tratamientos más comunes para contrarrestarlo son terapias de luz, medicamentos y hasta la cirugía, sin embargo hay quienes piensan que el tatuaje puede ser una alternativa, pero los médicos especialistas descartan esta opción debido a varios motivos, el principal es que en lugar de minorizar la afectación puede generar que se expanda la mancha, esto debido a que se cree que las punzaciones con las que se realiza el tatuaje promuevan el daño de los melanocitos, dejando un anillo de piel blanca alrededor del tatuaje.
Por otro lado, quienes optan tatuarse “del color de su piel” con el fin de disimular las manchas, suelen encontrarse con un resultado catastrófico, pues es muy complicado lograr igualar el tono de la tinta con el del color de la piel, por lo que se puede provocar otra mancha, además se debe considerar que las tintas del tatuaje tienden a variar con el tiempo.
Por lo que si tienes vitiligo lo ideal es que tu médico dermatólogo evalúe tu caso y sea él quien determine si eres candidato para tatuar tu piel sin riesgos de acuerdo al grado de vitiligo que tengas. Recuerda ningún tatuador tiene el conocimiento para recetarte o decidir lo que es mejor para ti sin conocer tu historial médico.
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